Estabilización de taludes en función de nivel de peligrosidad

La estabilización de taludes es un proceso crucial en la ingeniería geotécnica y la gestión de riesgos naturales. En este sentido, los taludes inestables pueden presentar diversos niveles de peligrosidad, que van desde situaciones de riesgo bajo hasta amenazas inminentes. Por lo tanto, la estrategia de estabilización de un talud debe adaptarse al nivel de peligrosidad y a las condiciones específicas del sitio. A continuación, se describen diferentes enfoques según el grado de peligrosidad.

La estabilización dependiendo de los niveles de peligrosidad estabilizacion-taludes

El primer paso consiste en efectuar un estudio preliminar que se centre en determinar la estabilidad del suelo, la posible aparición de filtraciones y los riesgos de derrumbe. Así, lo habitual es que:

  • Se realicen los primeros procesos constructivos en cuanto se percibe que la superficie es inestable o que se deforma durante la construcción. Es lo que se denomina una actuación ante un riesgo crítico o de amenaza inminente.
  • Al trabajar en zonas urbanas, tras cada excavación aumenta el riesgo para los inmuebles colindantes. En estos casos, se estabiliza el talud y se comprueba su firmeza. Esta actuación se califica como de riesgo moderado o sustancial.
  • Cada proyecto tiene unas condiciones técnicas relacionadas con factores funcionales, geológicos o hidráulicos. Lo más frecuente es que se corrija la geometría de cada talud mediante su remodelación. En estos casos, se instalan refuerzos mecánicos y drenajes para evitar el derrumbe. Al mismo tiempo, se emplean muros pantalla, anclados, de contención o geomallas.

Todo dependerá de la ubicación del talud, de los riesgos que pueda generar (tanto a los empleados como al entorno) y de sus propias características. El tipo de suelo, las opciones disponibles y la garantía de seguridad son los factores más importantes para seleccionar la alternativa que mejor encaje con cada situación.

Así, es frecuente el empleo de vegetación, bulones, hormigón proyectado, barreras dinámicas y redes de cable. En ocasiones, los trabajos de estabilización no solo se llevan a cabo en construcciones, sino también en áreas naturales para evitar que un desprendimiento se convierta en un peligro para los viandantes o conductores.

En estas situaciones, el estudio previo es de vital importancia para encontrar la opción más segura, fiable y estable a largo plazo. Por lo tanto, la valoración del riesgo es el punto de partida de cada intervención que se realice. En este sentido, los técnicos han de concretar cuáles son las medidas más adecuadas para cada caso.

Experiencia y profesionalidad

En Grupo Novoa llevamos años dedicados al sector de las excavaciones y siempre le prestamos la atención debida a la estabilización de taludes. Antes de cada trabajo, realizamos una inspección específica para detectar el nivel de riesgo y actuar en consecuencia. Contacta con nosotros para que diseñemos el tipo de estabilización más pertinente y, de este modo, se reduzca la peligrosidad de la construcción que vaya a realizarse. Todo sea por convertir el proceso en uno mejor adaptado a las necesidades reales de cada cliente y al entorno más cercano a la obra.

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