Como bien dice el refrán, “La casa no se empieza por el tejado”, y es que para que un edificio o una casa sea estable en el tiempo, estos deben de tener unas buenas cimentaciones. Y es que es la parte sobre la que se sustenta todo el edificio, por ello, se deben de realizar siguiendo los pasos adecuados y con materiales de calidad para evitar movimientos de tierra.

La importancia de las cimentaciones en las construcciones

La importancia de un buen soporte se puede basar en tres aspectos:

• Es la porción de estructura sobre la que se sustenta el resto de la armadura del edificio.
• Una base fuerte y buena mantiene el inmueble en pie mientras actúan las fuerzas de la naturaleza.
• La humedad no puede atacar los cimientos, ya que esta puede hacer que los mismos se debiliten y el edificio caiga.

Y es que la cimentación debe de ser capaz de aguantar cargas muertas (peso del propio armazón) y vivas (peso de las personas y objetos que se contengan dentro del inmueble). Por ello, la base de la vivienda debe ser firme, y canalizar y distribuir todo el peso del mismo.

Una buena cimentación comienza con un estudio de terreno y de la casa que se quiere construir, porque en función de la altura los cimientos se ejecutarán de una manera u otra. Comenzando con rebajes de la zona elegida y después las excavaciones, pilotajes, etc.

Beneficios de unos buenos cimientos

Ahora os vamos a comentar algunos beneficios de realizar una buena cimentación:

• Unos cimientos fuertes protegen el armazón completo del edificio de cualquier contratiempo.
• Transferir el lastre de la superestructura al suelo.
• Distribuir de forma uniforme las diferentes cargas por el estrato del suelo.
• Mantener recta la edificación durante toda la vida útil del mismo, pese a la acción de las diferentes inclemencias meteorológicas.
• Mantener un nivel adecuado en el armazón de la casa.
• Delimitación entre la estructura y la parte superior del suelo.
• Un diseño adecuado de cimentación evita que se produzcan movimientos laterales del material de soporte.
• Tanto los cimientos como el subsuelo hacen que la estructura sea fuerte y no se produzcan resonancias.
• Las edificaciones actuales no se pueden llevar a cabo sin cimientos.

Y es que una cimentación debe aguantar posibles acumulaciones de agua, terremotos, obras laterales, movimientos de tierra, el paso del tiempo y ataque de insectos, entre otras muchas cosas.

Hay diferentes tipos de cimientos:

• De losa a nivel del suelo: que se emplean en terrenos compactados.
• Cimientos profundos: que se llevan a cabo con cajones, pilotes o pies de cimentación. Todos soportan desde la profundidad la estructura.
• Cimentación por pilotes: diseñada para aguantar una estructura mediante la fricción.

Por todo esto, unas buenas cimentaciones se deben de llevar a cabo por equipos profesionales como arquitectos, ingenieros, geólogos, albañiles. Y siempre con materiales de calidad y con maquinaria apta para cada terreno, así que ¡ponte en contacto con nosotros a través de nuestra página web! Ofertamos diferentes presupuestos en función de tus necesidades y economía.

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